El fin de los privilegios para pasar a planta en Capital puso loco al SOEM, que ya no puede acomodar su gente

Arévalo hacía nombrar a dedo familiares suyos y de gente de su gremio, y ahora ya no puede.
miércoles, 23 de marzo de 2022 · 07:28

La Municipalidad de la Capital, como nunca se hizo, publicó una nómina provisoria de las personas que están en condiciones de pasar a planta permanente, entre beneficiarios del Catamarca Ciudad Trabaja y contratados.

Es un hecho inédito, porque todo el proceso se hace así público y transparente, y porque todo el mundo puede verlo: sin parientes ni amigos, todo definido por antigüedad, de la manera más justa.

Es más, la lista es provisoria porque se da tiempo a los propios trabajadores hasta el 6 de mayo para corregir lo que haga falta (incluyendo a los que faltan, sacando a los que no les corresponde). Una medida para el aplauso del municipio, que en dos años no nombró a nadie, con excepción de los trabajadores de Salud, héroes de la pandemia, que pasaron a planta por decisión de Gustavo Saadi, en el mejor reconocimiento y agradecimiento que se haya dedicado al personal de Salud desde el inicio de la pandemia.

Ese día, allá a fines de julio del año pasado, después de tanto sacrificio hubo lágrimas de felicidad y sorpresa entre los trabajadores, muchos de ellos becados o contratados, que se habían ganado un lugar de la mejor manera: trabajando por los vecinos.

Después arrancó la fiebre electoral, las noticias cotidianas fueron sucediéndose, y la ceremonia quedó como un muy buen recuerdo.

Pero hubo en ese acto un anuncio más, quizás el más importante que se haya dado en el ámbito municipal en los últimos años: el intendente anunció el pase a planta permanente de todos aquellos trabajadores “precarizados” que cumplieran diez años de antigüedad.

Y más todavía, estableció como norma que cada año se otorgue ese mismo reconocimiento a quienes vayan cumpliendo una década de servicio sin haber alcanzado la planta permanente.

Se trató de una respuesta magnífica, que finalmente lograba resolver uno de los grandes problemas de la Capital. ¿Qué hacer con los precarizados? Por limitaciones legales en el manejo presupuestario, y porque no hay manera de absorber semejante impacto en las cuentas de la comuna, era materialmente imposible incorporarlos a planta a todos juntos.

Tampoco podían seguir eternamente con la incertidumbre de no saber qué sería de su futuro laboral. Y Gustavo Saadi encontró un modo ordenado y seguro de brindar estabilidad, poniendo un parámetro para decidir las incorporaciones, con previsión, cuidando las arcas municipales y sobre todo respetando la antigüedad, en un marco de previsibilidad.

No se trató de palabras en el aire: la decisión tomó forma de proyecto, fue aprobada en el Concejo Deliberante, avanzará en los próximos años sin importar quién o de qué partido político sea el próximo intendente, y con la lista publicada se hace realidad.

Como broche de oro, se garantizó para aquellos que todavía deben esperar un poco más para pasar a planta, que mientras tanto tendrán obra social, seguros y otros beneficios con los que no contaban.

En conjunto, un acto de justicia, entre otras razones porque termina con los privilegios y acomodos con los cuales se resolvían estas cuestiones durante mucho tiempo.

Por esa razón llamó la atención la queja del sindicalista-candidato Walter Arévalo, quien quedó muy mal parado al “denunciar” en redes sociales que se “robaba la antigüedad” de municipales que esperaban el pase a planta.

Arévalo, que fracasó estrepitosamente al candidatearse como concejal y siente que se le termina el cuarto de hora porque está perdiendo el gremio (impugnó a la oposición para que no haya elecciones en el SOEM), ya se había quejado cuando se hizo el anuncio, y al publicarse la lista repitió sus quejas haciendo el ridículo.

Primero “denunció” que había en la lista chicos de 10 años (son dos personas que hicieron un trámite especial para obtener su DNI), y después dijo que no iba a ser “cómplice” de que le robaran años a los “precarizados” que supuestamente quedaron afuera, algo sin sentido porque la lista es provisoria, y si alguien más debe ser incluido se lo incluirá.

“¿Será que le dieron otra interpretación a la Ordenanza? Porque según los DNI muchos tendrían menos de 10 años de edad y no de servicio...esta gente no deja de sorprender. Jajajaja” escribió Walter, y más tarde “analizó”: “Si callarme me convierte en cómplice, prefiero hablar por soy un compañero de los que no tienen voz. A la mayoría de los trabajadores PRECARIZADOS les robaron los años...la precarizacion o trabajo en negro no tan solo existe en un nombre de un plan. Es precarizacion y punto. Si hubo gente que tiene DNI 47 millones y se anotaron tarde y los 37 millones son refugiados Ucranianos a los compañeros con más de 10 años no les importa...solo les importa que cumplan la ley. Hacerse cargo a medias es como no hacerse cargo. La mentira y el circo se convirtió en algo natural para los políticos”, escribió Arévalo en Facebook.

Justamente él, que nunca representó a los precarizados (no son afiliados) pero siempre los usó con la excusa de reclamar que pasen a planta. ¿Inexplicable? ¿Por qué habla se queja ahora que se solucionó lo que supuestamente reclamaba?

Insólita acusación y también desmemoriada, ya que con este ordenamiento lo único que se “ro-bó” la municipalidad fue su poder de acomodar familiares y amigos para que fueran pasados a planta por encima de otros trabajadores.

Así lo hizo por ejemplo con Julieta Belén Arévalo, que el 11 de marzo de 2019 (Decreto 216), logró nombramiento “gestionado” por Walter Arévalo, pasando por encima a los precarizados que esperaban. Allí ya no le importó al ahora candidato Walter robarle la antigüedad a los demás. Lo hizo con su hermana, así lo hizo con Cristina Sánchez, así lo hizo con la esposa de Gustavo Álvarez, así lo hizo con la hermana de Gustavo Álvarez y así lo hizo con el hijo de su “sucesor” Luis Álamo. Todos acomodados del gremio SOEM, todos puestos a dedo por Arévalo burlando a los trabajadores. Por eso se queja: se le terminó el acomodo.

Las cosas como son: al pan pan y al vino vino: cuando se hace justicia y se terminan los privilegios, los que lloran y patalean son siempre los mismos: aquellos que eran privilegiados.

Valorar noticia

0%
Satisfacción
0%
Esperanza
0%
Bronca
0%
Tristeza
0%
Incertidumbre
0%
Indiferencia

Comentarios