Dolor en el arco político nacional tras el fallecimiento de Miguel Lifschitz

La segunda ola de COVID-19 en Argentina hizo que se infectaran 3.147.740 personas y murieran 67.325. Lamentablemente, parte de las 283 víctimas fatales de ayer incluyó al exgobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz. El funcionario murió este domingo por la noche, a la edad de 65 años, en una clínica de la ciudad de Rosario a raíz de un severo cuadro respiratorio derivado de coronavirus.

Lifschitz permaneció más de diez días conectado a un respirador y su cuerpo dijo basta. Se trataba del principal dirigente opositor de la provincia y permanecía internado en estado crítico desde el 19 de abril en el Sanatorio Parque de Rosario. El líder socialista había comenzado con síntomas el 10 de abril y con el paso de los días comenzó a presentar complicaciones.

“Con enorme pesar, estando en Lisboa, supe de la muerte de Miguel Lifschitz. Fue un hombre íntegro que puso todo su esfuerzo en favor del progreso de su querida Santa Fe. Reciban sus seres queridos el profundo pesar de alguien que lo ha estimado y respetado honestamente”, manifestó el presidente Alberto Fernández desde Portugal.

Lifschitz nació en Rosario el 13 de septiembre de 1955, fue Ingeniero y uno de los principales dirigentes del Partido Socialista. Gobernó la provincia de Santa Fe entre 2007 y 2019, primero con el fallecido Hermes Binner, luego con Antonio Bonfatti y finalmente con su gestión. Fue senador departamental entre 2011-2015 y hasta su muerte fue presidente de la Cámara de Diputados de la provincia.

Cientos de personalidades lo recordaron ayer en Twitter. Tanto sus camaradas como sus eventuales adversarios políticos se refirieron a él como un hombre de diálogo, cálido y comprometido con sus ideales políticos. Su compañero partidario y exgobernador, Bonfatti, dijo que "su huella quedará para siempre en la historia de Rosario y Santa Fe, y en cada militante".