Dengue: la clave de esta etapa es la prevención hogareña
La Municipalidad de la Capital, que trabaja incesantemente para prevenir y combatir el dengue, precisó a través de los responsables del área de Salud, que en esta etapa es vital la prevención hogareña.La epidemia de dengue que en este 2024 marcó un record de infectados en la historia Argentina, puede extenderse según los expertos algunas semanas más. La situación crítica que se alcanzó en la época estival, comenzaría a retroceder a mediados de mayo, y se espera que con la llegada del frío mosquitos y larvas desaparezcan.
La mayoría de los mosquitos no resisten el frío. En general los mosquitos presentan muy poca actividad durante el otoño. La mayoría mueren y los pocos que sobreviven, hibernan. Si bien el otoño ya comenzó, el cambio climático llevó a que se extiendan las jornadas calurosas, pero el riesgo de sufrir picaduras descenderá paulatinamente.
Por estos días, sin embargo, el aedes agypti, variedad del mosquito que transmite el dengue, permanece activo y es necesario extremar las medidas de precaución. Se ha determinado que sólo pican las hembras, pero una sola puede contagiar a 300 personas, lo que obliga a respetar al máximo todas las medidas de prevención.
El problema no es exclusivo de Catamarca ni Argentina, es regional. En lo que va de 2024, la Organización Mundial de la Salud ha detectado más de 3,5 millones de casos de dengue en América y más de 1.000 muertes, una cifra que triplica las del primer trimestre del año pasado, y lamentablemente se estima que las cifras continuarán en ascenso en los próximos días.
¿Cómo combatir a un enemigo tan pequeño y difícil de ver? La respuesta pasa por los cuidados domiciliarios, ya que la ola de contagios se disparó porque el 80 por ciento de los infectados se enferma por convivir con otra persona que ya ha sido picada.
En Capital actúa la Brigada de Lucha contra el Dengue, que en coordinación con el Ministerio de Salud se mantiene activa los 365 días del año. Sus integrantes realizan relevamientos barrio por barrio y casa por casa, al tiempo que con el apoyo de otras áreas municipales se avanza en tareas de limpieza, descacharrado domiciliario, desmalezamiento, fumigaciones y todo aquello que contribuya a eliminar sitios propicios para la proliferación de mosquitos.
El gran problema, que se presenta tanto aquí como en el resto de las ciudades del país, es que las acciones resultan insuficientes si no son apoyadas desde cada vivienda.
Una fumigación barrial e incluso domiciliaria, no tendrá el efecto deseado si en el interior de las casas se conservan recipientes con agua estancada, pastos altos, cacharros acumulados en alguna pieza, en el fondo o en los techos, porque allí anidará el mosquito.
La Municipalidad capitalina ha desplegado todas sus herramientas para realizar limpiezas, y dispuso también el incremento de las multas para los propietarios de terrenos baldíos que no se limpien como corresponde, se retiraron toneladas de cacharros y se multiplicaron los operativos de fumigación, pero el compromiso de los vecinos es vital para que esas tareas sean efectivas.
La clave es que si no hay mosquito no hay dengue. Por eso, la eliminación de los criaderos es la medida más efectiva y sostenible para evitar la proliferación de mosquito, por lo que debe ser considerada la principal medida de control por todos.
Es por eso que se recuerda a la población la importancia de mantener limpios y libres de agua los lugares donde pueda desarrollarse el mosquito Aedes aegypti, que habita en nuestros hogares y que deposita los huevos en recipientes pequeños o medianos con agua limpia, quieta y en lugares a la sombra.
Debemos cambiar de manera frecuente el agua de floreros y bebederos de mascotas, no arrojar recipientes o basura que puedan acumular agua en patios, terrazas, calles y baldíos; además de mantener los jardines desmalezados y destapar los desagües de lluvia de los techos.
Es fundamental vaciar botellas, latas, cubiertas, platos de macetas, plásticos o lonas, y dar vuelta o tapar recipientes como baldes, palanganas y tambores y cualquier lugar que acumule agua limpia.
El rociado con insecticida (fumigación) sólo sirve para matar a los mosquitos adultos no así a los huevos y larvas, por eso es tan importante la eliminación de criaderos a través de la limpieza.
La responsabilidad social es el punto decisivo para superar este momento con la menor cantidad de infectados posible.