“Pienso ser candidato a gobernador, y voy a ganar”

ENTREVISTA EXCLUSIVA DE CATAMARCA ONLINE A EDGAR ADHEMAR BACCHIANI
jueves, 20 de enero de 2022 · 06:20

Edgar Adhemar Bacchiani. No hay por estas horas quien no lo nombre en Catamarca. Pocas personas lo conocen en profundidad. Genera curiosidad, teorías, ilusiones, dudas. No hay nada que no se haya dicho sobre él. Que es un genio, que es un estafador, que genera montañas de dinero como si tuviera el don de multiplicar panes y peces… y lo reparte. Que domina los secretos del Bitcoin y las criptomonedas, que armó un esquema piramidal estilo Ponzi. Que es solidario y de buen corazón, que es materialista y sólo busca publicidad. Que es un loquito que se pasea en la Ferrari, que es el hombre que puso en jaque al establishment. Se habla de él en Catamarca a toda hora, pero también en Buenos Aires, en Córdoba, en otros países. Hace que quieran invertir en Bitcoins personas cuyo sueldo no alcanzaría ni para comprar una milésima parte de una unidad de la moneda. Junto a ellos van detrás suyo poderosos y también otros millonarios.

La empresa que abrió y que lo tiene como CEO, cerebro y alma, Adhemar Capital, se convirtió en un fenómeno sin paralelo. Trasciende lo comercial y lo económico. Provocó un terremoto digno del estudio de un sociólogo. Mientras unos desconfían, otros arman vaquitas a como dé lugar para reunir dinero suficiente y unirse a la caravana.

Bacchiani amasó en tiempo récord una fortuna gigantesca, incalculable para el trabajador promedio. Y promete tener las herramientas para construir una nueva realidad. Nacido y criado en el barrio porteño de Caballito, donde hizo la escuela primaria, aterrizó en estos pagos por decisión familiar. Su mamá, catamarqueña, seguramente decidió el regreso.

Es hijo de laburantes comunes. Su padre era un vendedor nato, empleado del grupo Bunge&Born, que en la fábrica Molinos Río de La Plata empezó como repositor de góndola y terminó como supervisor zonal de venta, manejando todos los Supermercados Disco de la época. “Era una máquina de laburar”, dice Edgar, que admira a aquella generación que no tenía más tecnología que su cabeza, su mano, lápiz y papel. Viendo a su padre completar planillas y planillas, se le despertó el amor por la contabilidad.

Estudió para contador pero no se recibió. Dejó todo cuando adivinó que su destino más probable era ser empleado público. Probó suerte en otros rubros, le fue bien y mal… hasta que con la inocente búsqueda “cómo ganar dinero en internet”, que escribió en Google, descubrió los Bitcoins cuando aquí nadie sabía qué significaba eso.

Dice con orgullo que su empresa nació en un garage, como Google, Hewlett Packard, Disney, Harley Davidson, Amazon y tantas otras multinacionales.

Edgar Bacchiani recibió a Catamarca Online y le concedió una entrevista exclusiva. No lo conocíamos. Fuimos a escucharlo sin prejuicios ni compromisos, a conversar de todo, a saber quién era. Sus impactantes oficinas fueron el lugar de encuentro, y surgió una charla que ofrecemos sin adjetivos, para que cada lector decida por sí mismo.

Una larga charla, como nunca brindó a otro medio periodístico, que terminó con una revelación espectacular sobre el futuro del “hombre del momento”. Te va a llevar un tiempo leerla, pero vale la pena.

Un último pedido antes de dejarte con Edgar: si sos periodista y vas a reproducir parte de esta nota, respetamos tu trabajo, hacelo. Pero por respeto al nuestro citá la fuente y acompañá tu nota con nuestro link.

Con ustedes, Bacchiani:

 

CatamarcaOnline- Vos tenés la vida económicamente resuelta…

Edgar Bacchiani- Sí, se podría decir que sí.

CO- ¿Cuál es tu motivación por las mañanas, cuando te levantás? Porque el laburante común y corriente sale a trabajar para ganar el mango, para mantener a los hijos, para pagar la luz… ¿qué te mueve cuando ya tenés resuelta la vida?

EB- Yo mi vida la tenía resuelta antes de abrir mi oficina, mucho antes, porque ya venía del garage y ya, financieramente, en el garage estaba todo hecho…

CO- ¿Qué es el garage?

EB- El lugar donde empiezan todos… la casa. Pero ahí es donde entra el ego, y me pregunté ¿qué remedio con estar detrás de una pared y ser millonario sin trascender? Y a mí me gusta trascender, aun sabiendo que voy a recibir muchos golpes. Por ejemplo, esto que está pasando ahora, esta movida mediática fuerte de ataques y golpes, yo ya sabía que vendría. Justamente ayer hablaba con un amigo que me vino a instalar unas cámaras, y recordaba que hace unos cuatro años me preguntó a qué me dedicaba. Le conté sobre el mundo de las criptomonedas, pero él no entendía mucho, tenía dudas. Y ya entonces le dije que dentro de un par años iba a abrir oficinas y me iba a pasar esto. Sabía que iba a recibir ataques porque era algo totalmente antisistema, yo soy antisistema. Por eso sabía que iba a recibir ataques políticos, ataques de la prensa, ataques de sectores financieros no acordes a mi tarea… y uno tiene que estar preparado para eso: si no te tenés que quedar en el garage de tu casa.

Entonces lo que me motiva al levantarme es decir “yo creo en otra cosa”. Tengo un sueño, mi sueño es que mi empresa sea una institución, donde mucha gente ya no venga a refugiarse, sino que tenga una opción distinta a la tradicional, mucho, mucho, mucho más superadora, y pueda también realizar sus sueños. Eso es lo que me motiva día a día.

CO- Si bien entiendo que utilizás el garage como una metáfora de quedarte estancado en un lugar, llama la atención porque podrías estar en Mónaco, recorriendo Egipto, en las Bahamas, y te exponés a un montón de cosas sin necesidad cuando podrías estar tranquilo.

EB- Yo no puedo estar tranquilo, necesito ese vértigo y esa adrenalina. Mi socio fundador de Adhemar Capital, que ya falleció; era la antítesis, a él le gustaba la tranquilidad, la mesura. Yo era lo opuesto, él me decía Mirtho Legrand a mí, porque es verdad, me encanta la exposición, la fama, el éxito, estar en la cima, que te nombren bien o mal. Y quiero dejar un legado, que la gente consuma y tienda a la libertad financiera. En la Argentina siempre hemos sido golpeados económica y financieramente…

CO- Brutalmente

EB- Yo lo ví en mis padres, cómo han sufrido desmanes económicos, y los argentinos siempre se levantan y los vuelven a golpear. Eso uno lo va mamando de chico, lo va viendo, y creo que somos una de las últimas generaciones que quedaron a las que nos gusta generar cosas. Y yo soy así, no puedo estar tranquilo, algo tengo que hacer.

CO- Vos quebraste al sistema, le ganaste…

EB- Sí, creo que lo quebré, mostré otra faceta y por eso son los ataques que sufro hoy.

CO: - Pero, ¿no es una utopía o una ilusión pensar que masivamente se puede quebrar al sistema?

EB- No, no es una utopía. Te digo más, no sé si llegar al punto de quebrarlo, sino de convivir.

CO- Está bien, pero si la especulación se impone como lo más rentable, nadie va a producir.

EB- No, yo no lo tomo como una especulación. Vos vas a un mercado como el nuestro, el Ecocripto lo llamamos, y es verdad que mientras alguien gana otro pierde, y viceversa. Son mercados fuertes, volátiles, donde el que tiene la mejor muñeca gana. Si me hablan de especulación, yo creo que en la vida todo el comercio financiero es especulativo. Yo peleo por esto, te pido menos, y vos vas a pedir más: se actúa a conveniencia y para ganar. Ahora si especular significa que una provincia como Catamarca levante la vara y tenga una elevada calidad de vida en muchos, muchos sectores de la sociedad… bienvenida sea la especulación.

Pero yo apoyo la producción, no creo en quienes piensan “yo vivo de una renta, me tiro en mi casa a dormir y no hago nada”. Nosotros trabajamos mucho en eso, y por eso hablo de una filosofía y del legado. No nos gusta que la gente se envicie porque esto no es un casino o juegos de azar donde vas, ponés, ponés, ponés y te volvés loco por más que ganes mucho dinero. Nosotros le ponemos muchos frenos a los clientes, y cuando van ganando demasiado dinero les decimos “Bueno, ya está”.

CO- Te interrumpo… entiendo que las criptomonedas son un universo nuevo, complejo, intangible, que no está al alcance de cualquiera. Pero ese mundo y esos riesgos, donde hay una razón, un motivo y formas de ganar y perder, lo conocés vos. El resto de la gente dice “Yo le doy a Bacchiani y Bacchiani me da cinco, seis, siete, ocho veces más que un banco”.

EB- Hay riesgos…

CO- Pero la gente no los percibe, lo único que dice es “pongo tanto y gano tanto”, ¿no observás que lo ven como algo casi mágico?

EB- En cierto sector de la gente sí.

CO- Eso no es bueno…

EB- No, por eso nosotros tratamos de educar a la gente, y a cada persona que viene a invertir le explicamos qué hacemos. A mí me gusta que la gente sepa qué hago…

CO- Pero, ¿cuántos pueden entender lo que es una blockchain, una cadena de bloques…?

EB- Sí, es verdad… yo creo que el 30 por ciento de las personas que invierten conmigo saben lo que es una blockchain. Pero la blockchain es algo más tecnológico, te digo más, al día de hoy yo no la conozco al cien por ciento. Lo conoce alguien que está especializado en software, en ingeniería… yo soy la pata financiera. Ejecuto órdenes de compra-venta, tengo una rentabilidad y reparto.

Después está la otra parte, que es la minería, la tecnología, y yo todavía no la apliqué, porque no la conozco ni yo al cien por ciento y no me voy a meter en algo que no termino de conocer.

CO- Al margen de tu negocio en particular, lo que se advierte en el mundo cripto es que para los medios especializados en temas económicos e informáticos, el tema de los Bitcoin y otras monedas genera enormes incógnitas. ¿Hacia dónde va? ¿Puede ser otro fenómeno como el de los dominios web, una gran burbuja? ¿Vos lo ves como una gran oportunidad pasajera o creés que puede terminar desplazando a la banca tradicional?

EB- Son 21 millones de Bitcoin que se van a terminar de minar y la fecha aproximada para eso es el año 2130 ó 2140, así que como primer punto no hay que preocuparse por el fin de la minería Bitcoin.

Yo no creo que pueda llegar a reemplazar a la banca tradicional, pero sí va a ser un elemento muy fuerte donde la gente va a poder protegerse de los fenómenos inflacionarios o de los cataclismos financieros que hay en el mundo de vez en cuando. Yo creo que si hubiéramos tenido Bitcoin en el 2001, gran parte de la sociedad no hubiera perdido sus ahorros en la banca tradicional.

CO- Totalmente de acuerdo, pero vos mismo dijiste que cuando alguien pierde otro gana.

EB- Siempre… gana el que está más preparado.

CO- Naciones fuertes como Estados Unidos ya discuten en el Congreso el tema, porque saben que si el Bitcoin crece puede llegar a representar una amenaza para el control que ellos ejercen sobre el movimiento económico. ¿No hay posibilidades de que terminen por atacarlo con tanta fuerza que lo hagan, sino desaparecer, limitar mucho?

EB- No, no creo que lo puedan limitar ni prohibir. Te digo más, las regulaciones ni siquiera son al Bitcoin, son a las transacciones bancarias que se hacen con la moneda a la hora de convertirla en cash. Hoy por hoy el defecto de la escalabilidad de Bitcoin, es la aceptación comercial en el mundo. Si yo me quiero tomar un café en Catamarca y quiero pagar con Bitcoin no me reciben, y sería imposible porque sólo el costo de transferencia de esa unidad es cinco veces más de lo que puede costar un café.

El Bitcoin te sirve a la hora de hacer grandes transacciones, porque queda extremadamente corto el costo. Hablo de grandes transacciones con empresas multinacionales, pero también hay muchas casas en el mundo que lo aceptan, incluso cafeterías de cadenas mundiales o empresas como Walmart, propiedades. Es un muy buen elemento y un recuerdo de valor importante.

En cuanto a Estados Unidos, creo que está repartido, hay congresales que tal vez se puedan sentir tocados o amenazados por este antisistema, y hay otros que son más liberales y toman este producto como algo que puede suavizar y ser transparente en la economía y en la sociedad, como me pasó en Miami, que hace poco tuve oportunidad de ir y es como una colonia sudamericana-argentina. Bitcoin está siendo aceptado en casi todos los lugares.

CO- Hay otro riesgo importante, porque es muy lindo el tema de la libertad individual y la autorregulación, pero sectores como el narcotráfico o tráfico de armas podrían encontrar en Bitcoin una manera de lavar su dinero.

EB- Ese riesgo existe, como existe en todo elemento financiero. En el narcotráfico, el tráfico de armas, la trata de personas, el lavado de dinero toda la vida se hizo a través de la moneda fiat, en este caso el dólar estadounidense que creo que todavía sigue siendo la moneda más fuerte del mundo a pesar de la devaluación que está sufriendo. Toda la vida se hizo con el cash.

Y sí, hay un sector oscuro que puede llegar a usar Bitcoin con ese objetivo. El tema es que como Bitcoin es anónimo capaz que haya algún narcotraficante que reciba Bitcoin y después lo haga cash: lo lava. Eso existe pero es lo menos, creo que la mafia que se escuda en Bitcoin debe ser menos del uno por ciento de los usuarios.

CO- Volviendo a tu historia, leí que empezaste escribiendo en una computadora “cómo ganar dinero en internet”. Desde ese momento, ¿cuándo vislumbraste lo que podías lograr y cuánto hubo de fortuito en ese proceso?

EB- Lo ví de chico, mucho antes de ser networker. Cuando era más pibe por ahí tenía posibilidades de viajar… a veces, a veces no, depende cómo andaba el bolsillo. Pero siempre ví que Catamarca tenía mucho potencial, porque la ví siempre virgen. Por ejemplo, iba a El Jumeal, que hoy tengo el privilegio de ser uno de sus propietarios, y ya en ese tiempo pensaba “Qué loco tenerlo vacío, ¿por qué no explotarlo? Yo haría esto… y en el futuro El Jumeal va a ser mío”. Lo decía con 25 años, y ya pensaba en convertirlo en un Carlos Paz y mucho más lindo, a cinco minutos del casco céntrico. Tenía esa visión desde chico, yo siempre soñé, soñé, soñé, soñé…

A medida que iba en busca de ese éxito tuve muchos fracasos en el medio, golpes. Un día tuve un negocio que no me dejó muy bien, me dejó en la calle literalmente. No quiero que alguien se sienta tocado, sí entusiasmado con lo que voy a contar, por eso siempre hablo de la pobreza material y la pobreza mental. La pobreza material va y viene, el tema es estar fuerte de la cabeza y tener un objetivo claro por más que te haya ido mal. Pero en ese momento en que me había ido mal, estaba sentado en una plaza y veo pasar un tipo con un Mercedes Benz último modelo, y a mí, amante de la marca alemana, lo primero que se me pasó por la cabeza fue “¿Cuánto tiempo tardaré en tener uno?”. Jamás perdí el objetivo por más que haya tenido golpes, y eso es lo que intento transmitirles a muchos jóvenes que me siguen: no tenés que tenerle miedo al fracaso, ni miedo al éxito. Es decir, es natural tener miedos, pero nunca nos podemos desviar del objetivo por eso. Y a los dos años de ver eso, tuve mi primer Mercedes Benz... y ahí arranqué.

Todo lo soñé, todo esto que tengo y mucho más, y no está mal soñar y hacer castillos en el aire. Yo digo que hay que hacerlo: si no lo soñás, ¿cómo lo ejecutás?

CO- Lo del coraje y la falta de miedo, es lo que mayor admiración me generó de tu charla en Red Star, que ví en YouTube. En lo que no estuve de acuerdo es que me quedó la sensación de que medís a las personas según su poder económico, y eso no lo comparto. Creo que hay otros valores, otras cosas, y no se puede considerar a alguien fracasado porque no progresó en lo económico.

EB- Sí, estoy de acuerdo. Por ahí yo trato de despertar el leoncito que hay en la gente, y mi rubro te hace en cierta forma un escudo de frialdad de emociones. Mis viejos han sido laburadores, y no les ha ido mal en la vida, tuvieron su casa, sus autos, vacaciones, jamás nos faltó comida. Fue gente muy sacrificada, pero llegó hasta ahí. Yo rescato mucho de mis padres, los valores, la ética, las ganas de laburar, las ganas de progresar, y trabajaron para otras personas. Yo creo que buscando la independencia se puede vivir mejor que dependiendo de otra persona, a menos que la persona para la que vos trabajes te haga millonario también, y puedas darte todos los gustos que vos querés.

Pero yo ví tanto sacrificio en mis viejos y tantos golpes, que pensé que la cuestión iba por otro lado, no se trataba de deslomarse laburando…

CO- Vos creés que si no hubieran aparecido Bitcoin y las criptomonedas hubieras encontrado el camino de otra forma.

EB- Sí, totalmente. En definitiva todo es trading, el kiosquero hace trading: compra una mercadería, le pone una renta encima y la vende, está tradeando. Querés hacer un trueque, me traés esa copa y yo quiere ese vaso, estás tradeando. Sin saber la gente hace trading, que es el intercambio. Si no fuera Bitcoin sería otra cosa, también hice commodities, acciones, bonos. He hecho de todo, pero busco lo que más rentabilidad me da.

CO- Fuera de tu círculo social habitual, familiares directos y amigos cercanos… de cada diez personas nuevas que te conocen, ¿cuántas te piden algo?

EB- Qué pregunta difícil… cómo distinguir quién se acerca a pedir algo de corazón o por interés, es muy difícil cuando estás acá. Yo lo evalúo, se me acerca mucha gente a pedir y no lo veo mal, no hay que tener miedo de ir a pedir algo, yo he pedido muchas cosas en mi vida… algunas me las dieron, otras no. Mis viejos siempre me dieron con el gusto, me ayudaron mucho, sin saber si me iba a ir bien o mal. Lo que me genera un poquito de bronca es cuando piden ciertas personas que yo veo que no están mal, pero vienen y piden porque es más fácil. Estaría bueno que utilicen ese tiempo para ver cómo pueden generar. No me molesta que me muestren un producto, sino que vengan constantemente a pedir de arriba.

CO- Claro, debe ser agotador.

EB- Sí, es agotador. Si bien veo mucha necesidad y ayudo, porque no me gusta ver a la gente mal y me encantaría que todos estén bien, también hay mucho abuso.

CO- Edgar, una de las elecciones tuyas es la ostentación…

EB- Sí, me gusta.

CO- En un momento en que literalmente se mata por un celular o un par de zapatillas, ¿la seguridad personal no es una preocupación para vos?

EB- Cuando salgo de Catamarca sí, en Catamarca no. Yo confío en el afecto de la gente porque lo demuestra, más allá de que puede haber alguien que me mire con otras intenciones. Pero Catamarca es una provincia segura… yo no coincido cuando veo algún artículo periodístico que dice que Catamarca es insegura. Pasa que estamos acostumbrados a esa provincia extremadamente tranquila donde dormíamos con la puerta abierta y no pasaba nada. Hoy puede haber algún caso, pero esto no es Rosario, Buenos Aires, Mendoza, Córdoba, Tucumán… Yo en Catamarca me siento muy seguro, pero no cuando viajo a ciudades mucho más grandes. En otros lugares jamás ando solo, me cuido porque tengo mucha responsabilidad sobre el lomo: media Catamarca o más depende de nuestro trabajo.

CO- ¿En algún momento sentiste que la magnitud del negocio que habías creado te empezó a superar? Porque por lo mismo que hablábamos al principio no debe ser fácil delegar.

EB- Es un negocio complejo y delegar también es complejo, más cuando empezás a abrir otros rubros. Ahí viene la otra pata, y es un plus que tengo, veo a alguien y sé que es la persona que tiene que estar. Soy intuitivo, soy canceriano, creo mucho en las energías, creo mucho en la ley de atracción, soy muy intuitivo y lo uso también a la hora de tradear. Uno que ha pasado por muchas cosas, se da cuenta con quién está hablando, la intención que tiene, las ganas y la preparación.

Mi rubro no es muy diferente a un bancario, de hecho la mayoría de mis chicos son bancarios y están preparados. Si algo tengo que agradecerle al banco más allá de que no nos llevamos bien, es la preparación que les han dado a todos estos chicos que son impresionantes.

En mi gerencia zonal, gerencia general, en todas las oficinas yo pongo exbancarios al frente y son excelentes.

CO- Vos tenés un poder económico infinitamente superior al promedio de la población.

EB- Sí

CO- ¿Qué cosa hasta ahora no pudiste comprar con dinero?

EB- El tiempo. Todavía no lo pude comprar, porque son decisiones mías. No puedo no estar en mi oficina. Siempre fui autosuficiente, me costó aprender a delegar y todavía tengo ese sentimiento de que si no estoy… ¿me entendés? El ojo del dueño engorda al ganado, esa es la realidad.

CO- Es decir, aunque tengas todo el dinero del mundo vos no podés decir “Me desenchufo dos meses y que esto camine solo…”

EB- No, dos meses sería una locura para mí. Es un estilo de vida muy distinto y particular. El trading es día a día, obviamente me voy de vacaciones una semana, pero no me desprendo, estoy en la playa pero tradeando con el celular. Es extremadamente adictivo.

CO- Pero es una adicción que disfrutás.

EB- Totalmente, yo la disfruto. Los que están empezando a hacer trading que me escriben todos los días, los chicos me consultan y me mandan muestras de pantalla, me dicen que ganaron 100 ó 200 dólares con gran felicidad, y yo en ellos me veo a mí cuando empecé.

CO- ¿Cuánto tiene de timba el tema de las criptomonedas?

EB- Tiene un porcentaje, tiene un poco de todo, es una mezcla. Tené en cuenta que en el mundo, en estos momentos, hay 8.000 criptomonedas. La mamá de todas es Bitcoin, después tenés 50 que son las más importantes, son proyectos tecnológicos muy buenos, y después tenés las shitcoin, que es la basura. Ahí sí puedo asegurar que hay timba. Podés hacer un análisis técnico y un tipo con mucho dinero se pone a jugar y te levanta y te baja la moneda en tres segundos. Te hiciste una ganancia del 200 ó 300 por ciento si lo sabés ver, y si no sabés perdés todo. Hay monedas que sí son timba y hay otros proyectos que son muy serios.

CO- ¿Se puede ser millonario sin tener enemigos?

EB- ¿Vos sabés que no? Yo con el tiempo me dí cuenta de que no. Pero la “mala prensa” también te hace conocido…

CO- ¿De dónde nace el odio de este medio que ataca a Bacchiani?

EB- Es algo que me pregunto todos los días, ¿qué le habré hecho yo a esta gente? No hago pautas publicitarias por ejemplo, y yo tengo muchos negocios… gastronómicos, nocturnos, de la construcción. Tengo Adhemar Capital que… hoy por hoy, vos decís Bitcoin y te dicen Edgar, y no sólo en Catamarca. En el sur de la Argentina, en Buenos Aires, en Uruguay… decís Bitcoin y dicen “Ah, Edgar, el Pelado, Catamarca”.

Ayer comparaban a un club del ascenso argentino, que no voy a nombrar para que nadie se ofenda, con el Real Madrid. El club del ascenso tenía en su camiseta muchos sponsors, pequeños comerciantes, amigos, locales del barrio… Real Madrid tiene uno solo: Bwin, la casa de apuestas más grande del mundo.

Y si el club del ascenso quiere a Bwin le van a decir que no, porque es grande y elige. Entonces yo decidí que en ese medio no voy a hacer publicidad porque no me lleva a nada.

CO- Han circulado algunas cosas feas, como referencias a una causa judicial de hace 20 años.

EB- Sí, es muy bajo y no le voy a dar mucha entidad, pero sí estoy al tanto y voy a proceder judicialmente porque hay ciertos límites. Porque si te quisieron involucrar en algo y saliste ileso, y quieren revolver eso para querer perjudicarte, mancharte y ensuciarte socialmente… ya no me lo están haciendo a mí, sino a gran parte de la sociedad, y ahí voy a poner un límite. Hay cosas que puedo aceptar que se digan o sugieran, pero otras no. Cuando quieren buscar mugre donde no la hay se debe poner un freno judicial y lo voy a hacer.

CO- Edgar, hablaste de tus sueños a los 25 años y los habías cumplido. ¿Cuál es tu sueño hoy? ¿Querés ser un Elon Musk?

EB- Me encantaría, lo considero un genio. Hay muchos genios, admiro a Elon Musk, Warren Buffett, Robert Kiyosaki, Juan Diego Gómez, Jurgen Klaric, Tony Robbins… no los conozco pero son mis mentores, les tomo todo. Me parecen grandiosos, creo que hay que mirarlos y leerlos.

CO- Pero nos fuimos de la pregunta, ¿a qué le apuntás hoy? ¿Cómo te ves a los 60, 70 años?

EB- Bueno, yo me puse un límite con Adhemar Capital, la empresa, que son mis 55 años y hoy tengo 45. A partir de los 55 quiero hacer otra cosa, quiero hacer docencia, quiero hacer institución y ojalá me dejen llegar a serlo porque ése era el sueño de esta empresa. Hoy por hoy me lo están coartando. Sigo como negocio pero no como institución, hay un desequilibrio, ojalá se pueda... Pero mi objetivo es codearme con esos tipos que nombramos. Quiero llegar a Forbes, quiero un legado…

CO- ¿En tu empresa ejercés, como dicen los bares, “derecho de admisión”? Yo vengo con mi plata y me decís “No, vos no”.

EB- Lo estoy por empezar a aplicar. Sí… porque me dí cuenta de que hay gente que no valoró el modelo de negocios. Yo sé que hay gente que viene, pone plata acá, sale a la calle y habla pestes. Sinceramente no lo puedo entender eso, yo no le daría mi plata a alguien de quien hablo pestes, no me entra en la cabeza. Así que voy a empezar a seleccionar y lo digo en mis vivos, no tengo drama: quiero reducir mi cartera de clientes. Quiero darle mejor atención al cliente y para eso tengo que reducir la cantidad. Antes era mucho para muchos, ahora va a ser mucho pero no para tantos. Creo que les dí la posibilidad a todos de que entren, pero ahora necesito descansar y para descansar hay que descomprimir.

CO- ¿Qué hay de cierto sobre el acecho del Banco Central? Salió en varios medios nacionales.

EB- Los diarios nacionales hicieron un copy-paste del medio de acá, pero creo que hay un ataque mediático dirigido por un grupo que se ha visto muy tocado, inclusive en el diario de Tucumán, que allá maneja financieras y me sale a atacar a mí. Es muy obvia la movida. Tocamos muchos intereses, muchísimos, y allá arriba también.

El tema es que no tenemos ningún requerimiento arriba de la mesa. Cuando el Banco Central vino le abrimos las puertas, les presentamos todo lo que teníamos que presentar allá por octubre. Tuvimos controles del ARCA, vivían acá prácticamente, los tuvimos ocho meses y estaba todo bien, tributamos; con la AFIP cuando hacen requerimientos los cumplimos, por ahí pedimos plazos porque es mucho papelerío para juntar, pero lo hacemos. Y en concreto no tenemos ningún requerimiento ni legal ni administrativo arriba de la mesa.

CO- La última pregunta, es algo que se escucha en la calle y no suena descabellado, porque tenés recursos, gente que te sigue.., ¿consideraste la posibilidad de involucrarte en política?

EB- Cuando era más joven hasta tenía el sueño de que era presidente de Argentina y hacía un cambio radical. Lo cierto es que ya hubo muchos sectores políticos que vinieron a ofrecerme participar, de manera directa y para ir a la cabeza. Yo no me identifico plenamente con ningún sector, tengo una ideología que es liberal, me gusta el Loco Milei por ejemplo, me gustan José Luis Espert, Ricardo López Murphy… a López Murphy de hecho lo voté para presidente una vez, he votado a Carlos Menem… hasta me podría declarar menemista del primer mandato, me encantó, hasta hice campaña por él…

CO- Con el uno a uno hoy, no serías tan fuerte…

EB- No… capaz que no existiría yo, pero a mí me encantó.

CO- El uno a uno era ficticio, Edgar

EB- En la primera parte no, yo lo analizo de manera financiera, me parece que era fantástico. Yo soy cavallista también, decir “yo emito un peso si me entra un dólar, sino no emito”… era perfecto.

CO- Y al mismo tiempo había bonos provinciales y la gente no podía pagar la luz, ¿no estamos todavía pagando las consecuencias?

EB- No, yo creo que estamos pagando otras cosas que se han hecho mal después, cuando se podría haber enderezado el barco tranquilamente. También había apriete externo, sabemos cómo son las cosas, no voy a culpar a Estados Unidos, al Banco Mundial, ni al FMI… pero sabemos cómo se comportan. Es como me pasa a mí, querés levantar cabeza y te dicen “Vos no”. Y Argentina es cíclica.

CO- Muchos piensan que con la popularidad que estás ganando y la influencia que tenés en la sociedad podrías competir por la Gobernación en 2023.

EB- Sí, lo sé…. Lo que no sé es si la comunidad está preparada para tener un gobernador como yo, porque soy un tipo que sanearía la Administración Pública, no me temblaría la mano.

CO- Edgar, hay problemas estructurales de Catamarca, como el elefante de la Administración Pública, que vienen desde hace 40 años. Habrá habido mejores y peores gobernadores, pero ninguno era tonto y nadie lo pudo solucionar. Ramón, Arnoldo, Oscar, Brizuela, Lucía, Raúl, todos sabían que eso estaba mal y no lo pudieron cambiar.

EB- Creo que hay muchas otras cosas… a ver, la nombrás a Lucía, para ella van mis respetos. Es una mujer que creo que hizo un gobierno conservador y si bien yo soy más liberal, hay que reconocer que dejó bien las arcas. Hasta yo me enojaba porque decía, ¿cómo puede ser que haya plata y no la usemos? Pero mientras otras provincias se endeudaban, ella dejó dinero. Podés estar o no de acuerdo, pero plata había, y eso hay que respetarlo. En momentos de crisis es muy valorable. Por eso el de ella lo catalogo como un buen gobierno.

CO- ¿Y podrías competir en 2023?

EB- Yo estoy convencido de que puedo solucionar muchas cosas, y también hay muchas otras situaciones que me cansaron y sé cómo cambiarlas. Medité sobre este tema desde hace tiempo, hay cuestiones por definir, pero pienso ser candidato a gobernador y si me presento, gano. Sé que voy a ganar.

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