La fuerte historia de Marcelo, el nuevo participante viral de Cuestión de Peso

En el arranque de una nueva edición de Cuestión de Peso bajo la conducción de Mario Massaccesi, el programa no solo promete seguir ayudando a sus participantes a recobrar la salud y alcanzar metas de bienestar, sino que también ofrece relatos que tocan el corazón, como el de Marcelo Rosada. Este joven de 25 años, proveniente de González Catán, ha decidido hacer frente a su situación y buscar un cambio radical en su vida.

Marcelo, uno de los concursantes más jóvenes de esta temporada, se presentó en el programa con un peso inicial de 179,9 kilos, siendo uno de los que más sobrepeso presenta. 

Durante la primera emisión, compartió abiertamente las dificultades que enfrenta en su día a día debido a su condición. Con una honestidad desgarradora, describió cómo el exceso de peso ha limitado su vida: “Peso alrededor de los 215 kilos, pero quiero que lleguen los 30 años y no tener que ir con el móvil del programa y una cámara para verme postrado en una cama. Me molesta no poder sentirme cómodo cuando salgo a la calle, la reacción de las personas cuando se voltean a verme, eso duele y lástima. Eso me quitó la libertad de ser yo. Ahora estoy en mi casa encerrado. Me doy cuenta de que no soy normal y lo veo en la cara de la gente. Eso me afecta un montón”.

Este joven, cuya vida se ha visto reducida a largas horas frente a la PlayStation y reuniones con amigos que se limitan a jugar y comer, compartió sus miedos más profundos y su determinación para superarlos. “Mi miedo más grande es que mi papá me tenga que bañar y que me tenga que llevar la comida a la cama”, expresó Marcelo, marcando el punto de inflexión que lo llevó a buscar ayuda.

Su madre, presente en el estudio, no pudo contener las lágrimas al hablar sobre la situación de su hijo: “Él quiere cambiar de vida, quiere estar mejor. Quiere salir adelante”, dijo, sumando una capa más de emoción al testimonio de Marcelo.

Pero más allá de la tristeza, hay un halo de esperanza en las palabras de Marcelo, quien mostró una determinación inquebrantable para transformar su vida. “Quiero mejorar mi estado físico, poder ir a visitar a mis abuelos que los tengo a cinco cuadras y no voy porque me cuesta caminar hasta ellos”, señaló, y agregó con convicción: “Me quiero decir que tengo que poner todo de mí, que esto va a ser el mejor cambio de mi vida y que se vienen cosas muy lindas”.

A través de su historia, Marcelo no solo busca una transformación física sino también emocional y social. Anhela volver a jugar a la pelota con sus amigos del barrio “como cuando era chico”, algo que dejó de hacer debido a su condición de salud.