MUY OFENDIDO

El tenso momento que se vivió en MasterChef con Germán Martitegui: "Me parece una falta de respeto”

Germán Martitegui se notó muy ofendido ante el plato que presentó una participante del programa. Ante esto, no temió a la hora de darle una fuerte devolución.
viernes, 21 de abril de 2023 · 11:00

Con la exigencia que lo caracteriza, Germán Martitegui produjo tensión en MasterChef. Es que una participante le presentó un plato que, según él, no estuvo a la altura del programa. Esto desató su enojo y no dudó a la hora de hacérselo saber. 

Delfina Gayoso tuvo 60 minutos para preparar un plato y creyó que la mejor opción era hacer una empanadas fritas de pollo con verdura y salsa bechamel. Sin embargo, a la hora de llevarle el plato al jurado presentó sólo dos de estas, lo cual desató el enojo de Germán Martitegui en MasterChef.

Es que el cocinero que es parte del jurado se negó a probar una de sus empanadas para demostrar su descontento con el plato que presentó. Esto produjo que se viva un momento de suma tensión en el estudio que terminó llevando a la participante a derramar lágrimas. 

Apenas llegó con el plato, Donato de Santis le hizo un pedido: "El domingo tenemos una gala de eliminación, vendeme esto como mejor puedas". A lo que ella explicó: “Bueno, son empanadas de pollo, tienen salsa bechamel, hojas de remolacha, morrón, cebolla y tomate".

Al llegar el momento de que Germán Martitegui se acerque a probarlas, sorprendió con su postura: "Yo no voy a probar estas empanadas. Sesenta minutos para presentarnos esto, me parece una falta de respeto. Así que yo no te voy a honrar con mi probada".

Ante la tajante postura del jurado, a Delfina Gayoso no le quedó otra opción que aceptar su opinión. "Está bien, si a él le parece que me va a enseñar así está perfecto. Que no las pruebe...", lanzó la participante algo indignada por la situación. 

Para colmo, luego llegó la devolución del resto del jurado. En este sentido Donato opinó: "Bueno, con todos los ingredientes que tenías, dos empanadas es un muy poco. No solamente en cantidad sino también en esmero. La masa sí es muy buena. Muchos dicen que la cocina es un acto de amor y acá no hay ni eso". A lo que ella se defendió: "Siempre que cocino lo hago con esmero y con amor. Nunca no le pongo ganas". 

Ya con lágrimas en los ojos, Delfina se limitó a escuchar lo que Martitegui le decía explicando los motivos de su decisión: "Tomá mi acto como una forma de enseñarte algo. Es una locura de tiempo. Demuestra o una falta de ganas, que no te estás pudiendo conectar o que hoy no tuviste lo que hay que tener para estar acá".

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